En más de una ocasión hemos mencionado a Empresas Públicas de Medellín (EPM) en casos de marketing que han sido relevantes para la categoría de servicio en que se encuentran, en esta oportunidad, hablaré sobre la última campaña, aún vigente, que busca generar conciencia sobre el desperdicio del agua en conexiones ilegales.
Esta campaña empezó desde el mes pasado gestando una forma directa y certera de comunicar a los usuarios su compromiso con el cuidado del recurso más valioso, el agua. Si bien Colombia es privilegiado, también es cierto que en las últimas décadas el país ha perdido protagonismo como líder en fuentes hídricas, y aunque empresas como EPM procuran entregar a los usuarios agua potable de calidad excelente, muchas conexiones se hacen fuera de lo legal poniendo en riesgo la calidad y el recurso mismo.
Es por esto que con una estrategia agresiva y contundente, EPM busca el acercamiento con la comunidad, haciendo énfasis en el daño colateral que genera la conexión ilegal, especialmente en lugares que requieren este recurso para garantizar calidad de vida a todos los ciudadanos.
Por cuenta de las conexiones ilegales, EPM reportó que se pierden cerca de 18 millones de metros cúbicos de agua potable, el equivalente a la cantidad de agua que alberga una represa y media (tipo La Fé) o al consumo total de la población de Medellín en un mes.
Una de las estrategias más directas fue la realizada por el equipo de EPM encargado de divulgar esta campaña; la forma más evidente fue invitando directamente a periodistas de la ciudad a que conocieran la campaña de primera mano y así, desde sus medios, viralizaran la información sirviendo a la vez como validadores de ésta.
Así a través de las redes sociales, especialmente Twitter, aún se ven comentarios de periodistas influyentes sobre el tema lo que continúa reforzando el mensaje.
Es así, como utilizando un lenguaje directo de denuncia EPM busca que los ciudadanos se comprometan a conectarse legalmente al consumo de agua potable y que a la vez denuncien a quienes no lo hacen correctamente; así a partir de los demás medios publicitarios ATL, EPM tiene presencia en avisos de prensa, comercial de televisión y cuña radial, obviamente todo esto reforzado en redes sociales propias y asociadas de EPM.
Al parecer este tema no es nuevo y el uso de una estrategia más fuerte, contundente e incluso intimidante, busca que este flagelo de ilegalidad llegue a su fin.
DE DÓNDE SU IMPORTANCIA?
Esta campaña se vuelve y tiene relevancia por lo que implica a nivel organizacional, sobretodo con servicios públicos domiciliarios.
Para nadie es un secreto que EPM es el consorcio más grande de servicios públicos del país, y que desde su casa matriz en Medellín regula y lidera el consumo de estos servicios en la zona de Antioquia principalmente.
A pesar de esta "supremacía", EPM ha ganado un reconocimiento especial y sobretodo la admiración de los usuarios por su compromiso con la calidad de vida de ellos. Es así como día a día se ven campañas relacionadas no sólo con la oferta del Grupo, sino con actividades culturales y educativas en pro del crecimiento social y personal de la ciudadanía.
No es común encontrar que empresas de corte "monopólico" (directo o percibido) inviertan en campañas de orden social, ya que requieren de tiempo y empeño, algo que marcas "sin competencia" podrían obviar.
Esto es parte de lo que admiramos de EPM, que a través de sus campañas logra una construcción de marca fuerte, contundente, duradera y única; con este tipo de estrategias no busca "vender más servicios públicos", es obvio que la gran mayoría de la población los tiene y con ellos, lo que realmente busca la marca es fidelización y apropiación de la marca como algo propio de la población, una empresa de todos y para todos.
Esperemos que las acciones del Grupo EPM a nivel de ciudadanía, oferta y por supuesto, comunicación de marca, sigan por el camino que van, logrando conexiones a largo plazo con los clientes y por supuesto, con los inversionistas.