Aunque se trata de un ejercicio fuera de lo comercial, ha generado cierta curiosidad la idea de que la manzana ha logrado reproducir el aroma de los equipos nuevos cuando estos se destapan las cajas que los contienen.
Algo así como un Eau de Apple se ha desarrollado pero no para ser comercializado sino para una exposición artística en Melbourne, donde los artistas procuraron que una gran compañía de elaboración de fragancias lograra reproducir ese evocador aroma de los equipos Apple cuando salen por primera vez de sus cajas.
Este es uno de los temas que más pasión me generan, el marketing sensorial con su soporte de aromarketing es uno de los proyectos de marketing más ambiciosos al procurar que los clientes despierten emociones a partir del aroma relacionado con las marcas.
En el caso de Apple no se puede ver como un tema aislado el aroma de sus equipos; esta marca se puede jactar de ser una de las pocas que ha generado rituales alrededor del uso de sus productos, el principal es el relacionado con la apertura de los productos, donde las cajas blancas son características, la búsqueda incansable de la calcomanía con el logotipo en blanco, el descubrimiento de accesorios perfectamente diseñados y por supuesto, la silenciosa complicería de un aroma que acompaña toda la experiencia, haciendo que ésta se convierta en un vivencia para el cerebro que se recreará mentalmente cuando algún elemento muy particular de la marca lo active, y qué mejor que el aroma de marca para generarlo.
El poder del aroma en una marca es inmenso desde los puntos de conexión neurológicos que genera, obviamente esto no es deliberado (o al menos así no debería ser), ya que cada experiencia acompañada de un aroma, se convertirá en un momento inolvidable que podrá ser reactivado consciente o inconscientemente incluso por las mismas marcas, despertando consigo sentimientos y emociones propios de cada individuo.
Si en este caso particular combinamos una marca muy poderosa que tiene fuertes asociaciones que superan el nivel racional y pasan a la emoción casi fanática (...) con un aroma de marca contundente y que recuerda el principal momento de verdad de la marca y sus productos, se tiene una combinación ganadora que genera un engagement inmediato y duradero.
Está bien, no esperamos encontrar este aroma en una tienda común, pero qué tal utilizar este desarrollo en los locales de la marca y comenzar desde ahí la expectativa de lo que nos espera al interior de cada caja? Una idea interesante que más de un geek soñaría tener en sus manos (incluyéndome).