Pensar el nombre de una marca (
naming) no es un proceso sencillo, no sólo debe reflejar el espíritu de la marca, ser sonoro, ojalá corto, fácil de escribir y pronunciar, eso es lo básico... pero también requiere un estudio de quiénes son tus homónimos tanto en escritura como en pronunciación.
Pueden confundir, pueden causar risa e incluso pueden descontextualizar la marca...
Imaginen esta frase:
"Yendo al concierto de Toto, dejé mi morral de Totto cuando el sanitario Toto explotó" No suena lógico, pero sería algo como:
+
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgR2hN6O6CGk2saGTDEKY7r2Ead78fa-e_mYBXtk49hbA5c0HcjgBj3YlmEK6S4PaNnIVPziac43AviDT1UNyp2pWuSjOKiBS7s74zlJZtdZvymDWz377hdFtn0NQm7XV_dw-kuKBM5gz0/s280/Morral_nobelio_ma90430_718.jpg)
+
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhx0wA1FxRCQyD7CWd_FuaQNV1hInBnj7c1pdohs_4oWgMF5jd0ite6m_ixi22Jw5iFSwRs9FGxal4yS5TFHY5wpsiP5iE_DYE12LRsur1jiabbPZEAzU_MJEGYnpS98q5cE047TFZGQa8/s320/SDC10945.JPG)
Y los tres se pronuncian "toto"... divertido, ah?
No hay comentarios:
Publicar un comentario