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martes, 21 de febrero de 2017

CITY MARKETING MEDELLÍN ::: UN LLAMADO A GRITOS DE LA SOCIEDAD


Medellín es un ejemplo de ciudad en muchos sentidos: bonitos paisajes, procesos de resiliencia que le devuelven la esperanza a sus habitantes, obras imponentes, un clima que sigue siendo atractivo, gente encantadora y secretos por descubrir en cada esquina... todo lo que puede atraer a visitantes e inversionistas se encuentra en este Valle rodeado de verdes montañas.

Entonces, ¿qué pasa que no lo estamos potenciando?

Don Welsh, presidente de la Asociación Internacional de Mercadeo de Destino ha destacado en estos días que si bien Medellín tiene un gran potencial como marca de destino turístico, su gestión no ha sido suficiente para darle el peso que se requiere a nivel internacional.


Ya hemos tenido importantes eventos de impacto internacional, ya hemos recibido reconocimientos internacionales, ya hemos logrado que la ciudad sea asociada a cosas positivas por encima de nuestro pasado, sin embargo falta más.

En algún momento hablamos de CityMarketing en Medellín, pero la gestión no se ha hecho de forma correcta, y no por negligencia, simplemente no es fácil en una ciudad tan cambiante (incluso voluble)... una temporada es tranquila pero a la siguiente se disparan casos de violencia o inseguridad.

Pero, ¿qué sí es necesario gestionar desde las administraciones? El respeto y amor por la ciudad pero desde sus ciudadanos. Las administraciones locales y sus asesores de imagen y marketing deben entender que los primeros embajadores son sus habitantes, aquellos que desde un paradero de buses, un taxi, una discoteca, una tienda y las redes sociales hablan bien de la ciudad e invitan a quedarse... por desgracia en Medellín eso no se está viviendo.


Es innegable que un paisa es el principal embajador de la ciudad; desde nuestra historia somos orgullosos de nuestra tierra, nuestros orígenes y por supuesto, nuestra cotidianidad... sin embargo las situaciones puntuales de inseguridad han hecho que esa embajada se pierda y en redes sociales sean más los descargos que los piropos que se lanzan a la ciudad: "cuidado por allá que lo atracan", "no le hable a nadie que le pueden hacer algo", "esconda la cámara que se la quitan" son frases diarias que decimos a propios y extraños, para el primero es paisaje, una retahíla como la de las oraciones para salir de casa, para el segundo es una alerta que le recuerda los años de mafias y bombas que ennegrecieron nuestra historia.

Es importante aclarar que con el CityMarketing las ciudades no pretenden tapar el sol con las manos. No se trata de decir que la ciudad es lo mejor cuando tiene grandes fallas. Se trata de generar un compromiso desde los habitantes para cuidarla, quererla y por supuesto, recomendarla. Es exaltar lo positivo sin esconder lo negativo, pero que no sea el protagonista en nuestras palabras.


Este inicio lógico responde a lo siguiente: ¿cómo traer turistas a la ciudad con un discurso de cambio y evolución cuando sus propios habitantes hablan mal de ella? El CityMarketing no busca sólo turistas, busca inversionistas! y si estos no sienten seguridad en su inversión no estarán dispuestos a quedarse.

Otro aspecto que requiere gestión inmediata es pensar las ciudades (y por supuesto Medellín) desde las necesidades del turista: ¿está la señalización de la ciudad en inglés y español? ¿hay suficientes accesos a internet en puntos estratégicos? ¿contamos con servicios de guía al visitante en los lugares más importantes? ¿hay mapas de la ciudad gratuitos?



Medellín debe pensarse como un gran parque de entretenimiento para el turista... ¿han ido a Disney? en cada esquina podemos conseguir un guía, un mapa, una tienda de souvenirs, alguien capaz de guiarte. Guardando las proporciones, pensar una ciudad como un gran parque de diversiones no es ridiculizar la ciudad, es captar lo mejor de su esencia, aquello que genera curiosidad y explotarlo! ¿será que nuestro atractivo se quedó en el sistema de transporte (que ya casi es obsoleto) o en la sombra siniestra de los personajes caricaturescos de la mafia (así los ven, como personajes de telenovelas)?


Nuestra ciudad no tiene logotipo como otras ciudades hermanas en Colombia y en el mundo. No tenemos un discurso coherente y pegajoso... Nos falta marketing, es indiscutible.

Algunos comentan que no es tan fácil por las dinámicas de administración de la ciudad (les recuerdo que así son alrededor del mundo también); cada alcalde trae consigo sus proyectos y políticas que no siempre dan continuidad a lo que su predecesor estaba desarrollando. Hay que ser claros, un tema de CityMarketing no puede ser un proyecto del alcalde de turno, debe ser parte de una agenda permanente de ciudad como el Plan de Ordenamiento Territorial; estamos ordenando nuestro territorio de marca! Y no se puede descuidar.


Finalmente, entender la ciudad como destino turístico es entender que el trabajo empieza desde el interior. Si la pasión por el lugar no se siente desde quienes lo habitan es imposible que ese sentimiento se contagie fuera del espacio.
Los edificios pasan, se renueva o incluso caen, pero un concepto claro frente a la ciudad, la celebración de su identidad y su idiosincracia es lo que la hace verdaderamente atractiva y memorable para los visitantes.

Es hora de hacer vibrar a Medellín y sus habitantes con una marca de ciudad inolvidable!

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