En días pasados, se celebró en la ciudad el 5º Festival Internacional de Tango con la presencia de agrupaciones musicales y de bailarines de diferentes países, especialmente de Argentina, por supuesto, quienes vinieron a la ciudad para compartir su pasión por los ritmos porteños.
La organización de este evento está a cargo del Medellín Conventions Bureau, una oficina del gobierno que se encarga de generar oferta turística en la ciudad a través de convenciones y eventos que atraigan público de todo el mundo. En esta ocasión fue muy valiosa su gestión ya que trajeron el festival a otras zonas de la ciudad, para contextualizar mi comentario les contaré como era el festival en versiones anteriores:
- Estaba centralizado en los barrios populares de la ciudad, siendo Manrique la principal sede por ser un ícono en la historia tanguera de la ciudad.
- Los eventos no eran tan públicos como esperábamos, al menos gran parte de la ciudad no se atrevía a ir a los eventos por el tipo de lugar donde se desarrollaban.
- Era un evento exclusivo de la Alcaldía, por lo tanto, pocas empresas privadas se unían para hacer la oferta masiva.
- La propuesta de artistas siempre fue de primera, pero poco se hablaba a los jóvenes, un público cada vez más cautivo con el encanto porteño.
Este año todo cambió y el evento llegó a zonas de la ciudad que no se esperaba: Laureles, El Poblado, el tradicional Manrique, centros comerciales, universidades, etc. Toda la ciudad respiraba tango.
En un día era imposible coordinarse para tantos eventos de ciudad! Varios coincidían a la misma hora y en lugares donde todos podían acceder, lo que generó un ambiente diferente en la ciudad, donde gente de todas las edades podían vibrar con el sonido del mágico bandoneón.
Uno de los eventos que más llamó mi atención, fue el concierto de la agrupación argentina Tanghetto, quien presenta una mezcla de tango tradicional con sonidos electrónicos de manera perfecta. Su presentación se hizo en Ciudad del Río en el marco del evento Días del Aire, una zona de Medellín que se presenta como una nueva propuesta de acercamiento cultural y social para personas de estratos medios y altos; la ciudad ya reclamaba este tipo de espacios, los existentes están agotados.
En general creo que se presentaron más de 500 personas, todas sentadas disfrutando de la noche y el sonido de la milonga, una que otra cervecita y el ambiente de bohemia y respeto por los invitados que no se podía comparar. Al terminar el concierto, todo el mundo se puso de pie, levantó sus picnics y la basura que depronto encontraban en el camino para dejar el lugar impecable, listo para recibir a otro gran artista.
Medellín es una ciudad que vibra en la cultura, que disfruta de las buenas propuestas sean gratis o no, eso sí, que la inclusión de la ciudad no olvide incluir realmente a TODOS, especialmente a los estratos sociales altos que desde hace varias administraciones ven como se les relega de eventos y propuestas.
Excelente evento, excelente la participación del público, de las marcas y de la administración.
Para repetirlo!
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