En el país hay un gran revuelo por el tema del plagio protagonizado por una de las figuras de la farándula del país, se trata de la experta en moda Pilar Castaño quien acaba de lanzar su libro "La Maravilla de ser Mujer" y donde se encuentran unas ilustraciones que fueron tomadas sin permiso.
La historia comenzó cuando Pilar Castaño contrató a la joven estudiante de diseño Gabriela Salazar para que ilustrara su nuevo libro, desde ese momento la misma Pilar cuenta que quedó sorprendida con el talento de la diseñadora y cerraron el trato con la editorial bajo un contrato que comprometía a la diseñadora con cláusulas de originalidad de las piezas y por supuesto, responsabilidad en caso de haber algún inconveniente.
Todo marchaba perfectamente, pero una de las comunidades más reconocidas de la red, "Fotocopias Colombianas" descubrió que algunas de las ilustraciones no eran de la joven diseñadora, sino de ilustradoras profesionales norteamericanas: Katie Rodgers e Inslee, además de otro grupo de ilustradores.
Inmediatamente fueron alertadas las creadoras de estas imágenes comenzando así la pesadilla de Pilar Castaño y todo su equipo.
La polémica es obvia! El plagio es un delito en cualquier instancia, desde la academia hasta la vida laboral y comercial.
Algo que debe quedar claro entre quienes trabajamos en diseño, publicidad, comunicación, etc. es que ningún producto porque se modifique de alguna forma pasa a ser una pieza nueva y original. Ese argumento es insulso e ingenuo, quienes creen que por cambiar el color a una pieza ya no están cometiendo un delito están muy equivocados.
Cuando decimos que se agrede la buena fe, es porque los clientes esperan recibir de las marcas (comerciales o de personas) la información de manera confiable y sincera, esto garantizará que las personas vean a la marca como algo cercano y amable con ellos.
El plagio está al nivel del robo en cuanto a delitos. Es apropiarse de algo sin permiso y en este caso, aún más indelicado, sin siquiera mencionar al verdadero autor de las ilustraciones.
Como profesionales de este tipo de áreas es fundamental que nuestras marcas estén desarrolladas bajo la legalidad, así nuestros clientes estarán tranquilos porque sabrán que las empresas detrás de las marcas hacen las cosas bien.
Este tipo de escándalos no son gratuitos y Pilar Castaño así lo ha vivido: Su libro fue retirado de las librerías a nivel nacional, ha sido culpada directamente del problema del plagio aunque fue una diseñadora contratada quien cometió la falta, todas las miradas y comentarios están contra ella.
Hay que tener en cuenta varios aspectos con respecto a esto:
1. Cualquier tipo de copia sin permiso es PLAGIO; modificaciones al diseño o idea original no lo convierte en una nueva idea.
2. Como clientes debemos ser los primeros que velamos por la legalidad y la originalidad. Si bien otro es quien comete la falta, somos nosotros quienes lo asumimos por permitirlo.
3. Gracias a las redes y a internet en general, ya nada está oculto y el mundo es cada vez más pequeño. Quien todavía considera que puede librarse de ser juzgado por una falta, está bien desubicado.
4. Hay que tener presente que sólo los profesionales se comportan como tales. No se trata de quitarle la oportunidad a los nuevos profesionales, pero "lo barato sale caro" y la inexperiencia la pagan cliente y proveedor.
5. Plagio es considerado Robo y se trata de la misma forma, es decir, no es algo que se toma a la ligera y es un delito.
En general este caso es una vergüenza para Pilar Castaño como marca y personalidad nacional. Esperemos que sirva de lección para tantos colegas y futuros colegas que no toman en serio el proceso creativo y pasan por encima de sus clientes engañándolos y defraudándolos.
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