Como es de conocimiento general, Postobón selló la alianza con la compañía chilena de bebidas CCU y con esto abrió camino para la llegada oficial de Heineken a Colombia con un portafolio de productos muy interesante, que a pesar de no ser masivo, tampoco era desconocido para los consumidores de cervezas.
Con esta alianza se pretende que la marca no sólo sea comercializada sino producida en el país, con la construcción de una megaplanta en la zona de Cundinamarca.
Lo interesante de esta unión y de sus estrategias de masificación de la venta del producto, no es sólo el enfoque para aprovechar los más de 400mil puntos de venta que Postobón puso a disposición de la marca sino la campaña de fortalecimiento en Colombia que aprovecha estratégicamente la situación de los colombianos en uno de los eventos más importantes del deporte mundial, la UEFA Champions League de fútbol.
Para Heineken no es un secreto que Colombia es uno de los países más apasionados con el fútbol adicionalmente por la situación de los jugadores colombianos alrededor del mundo, como explican ellos directamente "por primera vez Colombia tiene un gran número de jugadores en la Champions League y buscamos ampliar ese seguimiento del país al torneo de fútbol de mayor nivel en el mundo".
Así que aquí se combinan dos cosas que comulgan perfectamente: un patrocinador reconocido del torneo y una hinchada reconocida por su fidelidad y pasión.
Más allá de la unión de estos dos aspectos, lo enriquecedor de la campaña de Heineken es el reconocimiento de su mercado objetivo más allá de las actitudes de consumo; en este punto la marca analiza a su mercado desde las motivaciones más simples para lograr instalarse en el estilo de vida de cada uno de ellos.
A partir de ahora será cada vez más común encontrar grupos de amigos disfrutando de torneos internacionales con unas cervezas Heineken en su mano; si la tarea se hace bien (como es de esperarse), Heineken entrará en los rituales de visualización de fútbol de Colombia como en su momento lo hizo Águila al patrocinar la Selección Colombia, solo que su participación se frenó allí.
Es clara la estrategia de Heineken: una cerveza premium patrocina y alienta pasiones premium como las ligas internacionales de fútbol.
Una marca no puede perder de vista nunca su esencia, independiente del mercado que atienda.
Será interesante hacer el seguimiento en las calles del movimiento que la marca tendrá, sus estrategias en punto de venta y consumo y por supuesto, la respuesta de los consumidores que reconocen en el producto calidad y estatus; sin embargo la competencia no será fácil frente a Bavaria quien tiene de su lado la tradición del consumo en el país.
Por ahora disfrutemos de la campaña en televisión que la marca tiene para el torneo.
Es verdad que Heineken le apuntó acertadamente a su público, el fútbol colombiano tiene el potencial para acercarle a su hinchada el producto cervecero; además de ponerle algo de "competencia" a Bavaria y a su monopolio en este mercado. La diversidad de productos de la marca pueden generar algo de sensación para algunos consumidores, si es que se apela a lo aspiracional, pero ¿qué tan bien se conoce al consumidor colombiano como para ofrecer un producto, considerando la tendencia conservadora nacional?
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