Algunas categorías de productos por su parte se considera que son básicas desde su oferta, como lo son la sal, el azúcar, el aceite, los huevos y las frutas y verduras: cómo será posible que ellas se modifiquen para atender mejor a su mercado? Más allá de presentaciones variadas, no era evidente la posibilidad de innovación en ellas.
Una de las primeras marcas que demostró que el mercado estaba equivocado fue Refisal del Grupo Brinsa, quien logró convertir a la sal en protagonista de la mesa con presentaciones y variedades especiales que además de gusto le daban sabor especial a las comidas.
Dejamos de comprar la sal por libras y en bolsa genérica para pasar al salero individual que no se pega, es fácil de llevar y que además puede contener sabores adicionales. La sal puede tener sabor? Sí, y nos lo enseñó Refisal.
A partir de esto más de una marca "básica" comenzó a repensar su oferta sin embargo la evolución ha sido lenta, incluso imperceptible.
Buscando un poco más sobre el tema y en una de las tantas idas a mercar me correspondía ir por los huevos, algo que para mí siempre había sido fácil de escoger: Rojo, AA y en presentación de 6, ojalá que sea Avinal porque siempre sale el huevito grande (dice mi mamá), nada raro, qué podía traer de raro un huevito? Aparentemente nada.
Mi sorpresa fue cuando en la búsqueda de este alimento "básico" y simple me encontré con una variedad no sólo de marcas sino de opciones! Algunos con presentaciones muy elaboradas, otros incluían obsequios para los niños, algunos con fotografías sugestivas sobre las gallinas (envidia de cualquier portada de revista) y otros que aún compiten en el tradicional cartón naranja o azul "lavado", primer impacto!
Luego de superar la nueva marea de marcas decidí volver a la tradicional Avinal para que me acogiera con sus productos tradicionales, y nuevamente me encontré con una variedad que sí llamó mi atención, ya no se trataba del empaque o de la etiqueta, se trataba de las características propias del producto.
Al revisar las opciones vi que Avinal ofrece productos pensados para la mujer fortificados con vitaminas, para los hombres con selenio, para los más jóvenes con la línea "Cereales", con requerimientos Kosher y los tradicionales huevos de granja entre otros.
Cada uno de estos productos no sólo son interesantes por sus propias características sino por la forma como se explican para cada tipo de consumidor, esto demuestra investigación e innovación pensada en las necesidades del consumidor y su bienestar futuro.
Este tipo de producto es común en otros países, pero en Colombia se convierte en una alternativa para los nuevos consumidores que buscan una forma diferente de consumir los productos tradicionales. Adicionalmente está pensado para los mercados que se encuentran más alejados de las áreas urbanas lo que garantiza el acceso a un excelente producto sin riesgos de deterioro o vencimiento (dura entre 9 meses y 1 año el producto).
Aunque este producto existe en el mercado desde el año 2011 y sus primeras ventas fueron muy positivas, aún se están consolidando en el mercado local y nacional, sobretodo porque esto representa una nueva forma de hacer negocios y satisfacer las verdaderas necesidades del consumidor.
Esperemos a ver qué otras industrias "básicas" se atreven a dar el paso de ofrecer alternativas a los diferentes tipos de consumidores, sea que atiendan sus necesidades básicas o sus deseos inspirados.
Hola Luisa.... y no sólo esto... Imaginate que en estos días me encontré unos productos congelados a base de huevo que son deliciosos!... y también de Avinal.... Hay tostadas francesas, arepas rellenas de huevo, torillas y palitos de huevo... Son productos pensados para las personas que quieren soluciones prácticas pero a la vez nutritivas y deliciosas. Muy Bien por Avinal!!!
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