Esta vez quien cayó de manera directa e incluso divertida por lo inocente, fue la marca finlandesa Nokia, quien pretendía hacer el lanzamiento de su nuevo smartphone Lumia 920 con el que busca desplazar el Android y el iPhone, destacando las bondades de la cámara y la tecnología PureView que corrige errores de luz y movimiento.
En el comercial se ve a una pareja disfrutando de un paseo en bicicleta mientras graban la acción en su celular mostrando como mejoran las condiciones con la cámara, el problema es que mientras pasan frente a un trailer, se ve el refeljo del equipo de producción grabando con cámaras profesionales.
Es obvio que el comercial no se podía hacer con la cámara de un celular, sin embargo, fue evidente el engaño para todos (era una verdad que nadie quería develar aunque todos ya lo supieran, es lógica pura).
Nokia intentó disculparse luego de lo que se generó en las redes sociales, lanzaron entonces un video con el uso legítimo de la cámara mostrando las dos condiciones, con y sin Pure View, el problema ahora es que poca gente va a creer que esta vez sí sea real.
Vuelve entonces la discusión bizantina sobre lo que realmente vendemos los publicistas, realidades o verdades a medias muy bien maquilladas; como diría Don Draper (personaje de MadMen) "Advertising is based on one thing, Happiness!", vendemos Felicidad! El tema es comprender qué significa la felicidad para los nuevos consumidores: Más productos o Mejores productos?, Más mensajes o Mensajes reales? Esa es la verdadera cuestión de la publicidad, entender qué es lo que quieren los consumidores.
Nunca olvidemos que una verdad a medias SIEMPRE será una mentira; en un mundo donde la masificación de la información es una realidad, ni Photoshop, ni After Effects ni cientos de programas de edición podrán esconder lo que realmente estamos ofreciendo. Esto sólo revela que no vendemos productos de calidad, si fuera así, para qué vendernos con bondades que no son reales?
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