Desde hace un par de años hemos oído mencionar el concepto de Democratización pero en el mundo de la moda, donde marcas como GAP, H&M y ZARA han apostado a entregar la posibilidad de consumir moda a todos los niveles posibles de la población, con prendas de una calidad aceptable a precios económicos en relación con el beneficio no sólo funcional sino emocional que entregan.
Otras marcas por su lado han decidido bajar sus precios en productos determinados por causas propias del mercado y de la competencia, nada cercano al altruismo social, sin embargo sigue siendo válido ya que el beneficiado siempre será el consumidor. El problema en este punto es que, en algunos casos, con la baja de precios también baja la calidad, lo que no debería ser una opción para la marca.
Como he mencionado, independiente del motivo que lleve a las marcas a rebajar sus precios, el costo por calidad debe mantenerse para la compañía (una cosa es la evolución en economías de escala que permitan producir más y apalancarse con las ventas para generar beneficios por volumen, pero eso es otro tema) y siempre deberá ser el cliente final el beneficiario de esta estrategia comercial.
Una marca que ha decidido apostarle a los precios bajos, en este caso como estrategia de acercamiento al mercado y buscando entregar su producto a más personas es McDonald's, una compañía que ha sufrido por años las críticas frente a la calidad de su producto y su contribución en el deterioro de la salud especialmente, de los niños.
Como estrategia comercial en más de una ocasión, McDonald's ha entregado promociones de productos incluso con nombres concretos como "Los Precios Bajos de McDonald's", productos con la misma calidad pero con tamaños más pequeños que permiten seguir siendo competitivos con el precio sin perder la satisfacción del cliente.
En este caso, McDonald's ha decidido bajar el precio de su Cajita Feliz (Happy Meal), el menú infantil que incluye adicional a sus productos tradicionales fruta y un juguete como recompensa para los niños.
Según un mensaje que han enviado por medios masivos e incluso por correo directo, buscan con la reducción de precios hacer que más personas puedan disfrutar la alegría de compartir y jugar a través de su tradicional y exitoso producto. Esperemos las obvias reacciones de aquellos que no están deacuerdo con el aporte tradicional de su cajita infantil.
Independiente de lo que sucede con este producto en particular, es interesante la estrategia de la marca procurando acercar su producto (y el concepto que se tiene de éste) a más consumidores, logrando convertirse en la mejor opción para las familias colombianas que disfruten los fines de semana recorriendo espacios comerciales y por supuesto, alimentándose.
Por la forma en que la marca ha comunicado su reducción de precios y más aún, como ha expuesto los motivos que ha tenido para hacerlo, logra que el consumidor no mire con recelo esta decisión de precios sino que la tome como un "obsequio de la marca" para sus consumidores.
Cuando una marca decide hacer una estructuración en sus políticas de precios es fundamental tener un objetivo claro para que los resultados sean los esperados. Es ideal ser sinceros con el mercado para explicar las nuevas decisiones, sin embargo la prudencia en las palabras y los motivos determinará el éxito o no de la política. No siempre baja precios logrará que el consumidor se sienta bien con la marca, ya que esta decisión repentina puede ser el resultado de reestructuraciones en la empresa, problemas económicos, estancamiento en la rotación del stock o baja de calidad.
Esperemos a recibir en el nuevo año más noticias positivas a nivel de precios por parte de las marcas que nos gustan.
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