La discusión comenzó cuando la multinacional mexicana buscó registrar la marca en España, pero para esa época, la marca se encontraba afianzada en este país y no pertenecía al Grupo Bimbo Mexicano sino a la empresa Panrico que incluso, había cedido la marca a Sara Lee.
Grupo Bimbo entró sin embargo al mercado ibérico pero en productos que no estuvieran relacionados con el pan, ya que pensar en Bimbo era pensar en pan blanco de molde (o pan tajado como lo conocemos).
A partir de esa entrada, Panrico instauró una demanda contra Grupo Bimbo defendiendo lo que consideraban una Marca Notoria, por el valor de reconocimiento que tenía la marca y su relación directa con el producto (pan blanco de molde), así, si entraba Grupo Bimbo, así fuera con productos diferentes, ésta podría lucrarse del renombre que la marca española había construido por tantos años (en estudios de marca se demostró con un 77% el top of mind de la marca en la categoría de pan molde y un 98% dijo conocer la marca)
Durante el pleito legal entre las dos marcas, se dio la compra por parte de Grupo Bimbo a la marca española, sin embargo, se continuó con la disputa legal que terminó dando la razón a la filial española.
Este acto de continuar con la demanda se hizo para demostrar el valor de la marca notoria, aunque el "premio" quedó en casa, sentó un precedente dentro del mundo corporativo.
Es necesario siempre tener claro el tipo de marca que se registra e ir actualizando ese registro cuando las marcas obtienen un valor superior en el imagino colectivo. Dejar una marca al azar puede representar a las compañías años de disputas legales con las pérdidas que implican, teniendo en cuenta además, lo que significa para el consumidor una confusión en los nombres de los productos.
Muchos casos de este estilo se han registrado alrededor del mundo, donde una letra puede cambiar totalmente el destino y los proyectos de expansión de una marca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario