Pensar el nombre de una marca (
naming) no es un proceso sencillo, no sólo debe reflejar el espíritu de la marca, ser sonoro, ojalá corto, fácil de escribir y pronunciar, eso es lo básico... pero también requiere un estudio de quiénes son tus homónimos tanto en escritura como en pronunciación.
Pueden confundir, pueden causar risa e incluso pueden descontextualizar la marca...
Imaginen esta frase:
"Yendo al concierto de Toto, dejé mi morral de Totto cuando el sanitario Toto explotó" No suena lógico, pero sería algo como:
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Y los tres se pronuncian "toto"... divertido, ah?
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