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lunes, 11 de octubre de 2010

EXPERIENCIA A LA HORA DE VIAJAR

Hoy estoy reportando desde Bogotá, llegué muy temprano a organizar nuevos clientes y a encontrarme de nuevo con la "gran capital"
Viajar siempre será traumático, pero creo que va más desde los ojos de quien viaja. Puedo decir que mis experiencias siempre hansido positivas, a pesar del caos que una gran ciudad puede representar.

Empezando con la llegada al aeropuerto de Rionegro (en Medellín), dejé mi auto en el parqueadero por varios días, me impactó ver el orden de los vigilantes, tan pronto reporté la estadía del carro, se comunicaron todos e incluso uno de ellos me acompañó hasta el espacio donde quedó ubicado para comprobar quién era la persona que lo manejaría. Qué forma más tranquila de dejar mi carrito en un parqueadero público (no es económico, pero es mejor que tomar un taxi contratado que es costoso y no se viaja cómodo). Ahí empezamos bien!

Llegar a hacer el check-in siempre será tortuoso, pero Avianca ha aprendido que la mañana le pertenece a los viajeros de corta estadía y ejecutivos que necesitan prontitud en su chequeo, por lo tanto han ubicado estaciones de auto check-in muy prácticas, fáciles de utilizar y rápidas, que facilitan a los ejecutivos su tránsito por el aeropuerto. En cuestión de 5 minutos ya se tiene el pasabordo en la mano y se puede pasar a tomar un delicioso café en los nuevos locales del aeropuerto.

Siguiendo el recorrido a la sala, mencioné nuevos locales; el aeropuerto intenta renovarse debido a la llegada de nuevas aerolíneas internacionales que requieren mejores y más servicios. Estar en el pasillo es como caminar por un pequeño pero agradable mall de comidas, amplio, limpio y con variedad de productos que invitan a los visitantes a tomar algo siempre antes de entrar en las salas.

Pasar a la sala es otro de los pasos, la ventaja es que ya cuentan con personal amable, que recibe a los viajeros con una sonrisa y con amabilidad indican el camino. Las salas son amplias, aún en construcción pero agradables... su pecado: No hay Wi-Fi, así que una espera de 1 hora puede ser tortuosa a ratos.

El vuelo es simple, con buena atención a bordo, un refresco para pasar el rato, pero en general el servicio de Avianca va mejorando considerablemente.

Llegar a Bogotá puede ser estresante, siempre han dicho que nadie sonrie, que es peligroso, que todos quieren robar, pero en Puente Aéreo (la zona destinada para Avianca) es tranquila, limpia, con gente sonriente y un servicio profesional de taxis a la salida que hace el trayecto seguro y tranquilo.

Así llegar a la oficina que queda al otro lado de la ciudad (y no miento, acá todo queda al otro lado de la ciudad) no es una tortura... depronto llegar a OMA con la esperanza de un cafecito y un palito de queso caliente y encontrar sólo galletas de hace tres días sí es una tortura, jajajaj.

Viajar a una ciduad diferente y empaparse de cómo te recibe es vivir experiencia de marca. Cada día las ciudades y los países se reinventan para atraer nuevos visitantes, sin importar el motivo del viaje. La buena experiencia debe comenzar con la buena actitud, de lo contrario ni en un paraíso te sentirás bienvenido; si bien es cierto las referencias de otros son importantes, no se puede dejar de tener la experiencia en carne propia: a mí Bogotá me recibe como en mi casa a diferencia de lo que todo el mundo pueda decir... hay que abrir los ojos para ver las ciudades y si sales de la propia hay que abrir hasta el sexto sentido para vivirlas y dejar que vibren.

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