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viernes, 15 de octubre de 2010

UNA VUELTICA POR BOGOTÁ 2: PARA IR A COMER

La capital es la capital dicen por ahí, y sí, es cierto, pero muchas de las marcas presentes en esta ciudad ya están haciendo su aparición en el resto de Colombia.


Esta vez decidí ir a HARD ROCK CAFÉ ubicado en ATLANTIS PLAZA (local ancla). Quería además de darme un "champú social" compararlo con el local de Medellín.

HARD ROCK es una marca internacional en todo el sentido de la palabra, se nota en cada detalle la preparación y el compromiso por cuidar la marca. Este local específico es pequeño, acogedor, muy apetecido por las familias; cuenta con tres ambientes (bar, mesitas retro y mesas comunes de madera en pista y dispersas) que permiten que cualquiera que llegue se sienta cómodo.


La comida deliciosa como siempre, obviamente manejan la misma carta, sólo que los platos son un poco más picantes... pero igualmente, DELICIOSOS!

La atención insuperable, jóvenes meseros muy diligentes todo el tiempo, la toma de pedido fue rápida, acertada y el pago de la cuenta sin contratiempos. la música excelente como siempre a través de su canal propio y la decoración completamente adecuada e inspiradora.



Fue en general una experiencia muy positiva, agradable en todo sentido, amena, económica para lo que se recibe... vale la pena volver. Esto demuestra que una marca debe ser consistente en todos sus puntos de contacto, estar en HRC Bogotá me hizo sentir en casa, en Medellín, a diferencia del espacio, la marca siempre fue la misma, amable, moderna, divertida. Cuando una marca decide apostarle a la expansión, ésta no se debe limitar al número de locales, expansión significa llevar más allá de las fronteras la cultura de la marca y contagiar a todos del espíritu que se tiene.


LA EXPERIENCIA OMA: Segunda parte

En algún post anterior mencioné que la experiencia con la marca OMA no había sido la mejor por la falta de producto, la atención inexistente, en fin, dos o tres detalles que me dejaron incómoda con la marca... pero como mi trabajo es darle varias oportunidades a las marcas, visité el local de ellos ubicado en el Parque de la 93, un lugar de alta referencia en Bogotá por estar cargado de gente, de buenos sitios para comer, rumbiar o simplemente donde tomarse un café... ir a Bogotá implica ir al Parque de la 93...

Pero bueno, volviendo a OMA, me encontré con un restaurante amplio, de diseño impecable, muchas maderas, muchos sillones cómodos, conexión WiFi (que a mí no me funcionó pero a todos a mi alrededor sí! jajaja), una carta con opciones muy internacionales de comida, un sabor delicioso en los platos y la atención... bueno, mejorando (es difícil decirlo siendo de Medellín, donde la atención es la prioridad en la ciudad).

Esto demuestra que una marca puede tener muchos puntos de quiebre en la relación con los clientes; un visitante común no volvería a la marca luego de mi primera experiencia, por eso es tan importante controlar todos los puntos de contacto con los clientes para que siempre se sientan bienvenidos, sea en un lugar que vende sólo café o en otro espacio donde se ofrecen comidas completas.

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